HACEDORES DEL EVANGELIO

Mateo 7:21;23
Hacedores del Evangelio

No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrara en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, “¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
Y entonces les declarare: “Jamás os conocí; APARTAOS DE MI,  LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD.(La biblia de la Américas)


En el sermón del monte Jesús llama a una reflexión profunda y trascendente sobre la conducta, el testimonio, el fruto que se debe de manifestar en aquellos que profesan y proclaman ser hijos de Dios y se presentan como maestros de las enseñanzas de las Escrituras. El maestro va concluyendo su sermón asegurándose que aquellos oyentes entiendan y comprendan, que las exigencias son altísimas, se puede decir que son imposibles de cumplir humanamente no tan solo para entrar al reino de los cielos sino también para aquellos que están en él. La puerta de la vida es estrecha y su andar es sufrido, de esa manera Dios se asegura que en cada corazón de un redimido, sepa a cabalidad y profundamente por convicción dada por el Espíritu Santo que es salvo solamente por gracia y no por sus obras, este hombre estará eternamente agradecido y en deuda para con Dios, que tuvo misericordia de él y lo saco de su miseria, el corazón de los tales siempre estará inclinado a hacer solamente la voluntad del que los llamo y libero por el poder de su propio sacrifico, hombres que nacieron condenados y esclavos del diablo que luego fueron salvados y liberados de las tinieblas y la justa condenación, para servir y adorar con plena libertad a Dios, su único y suficiente soberano Señor, una libertad que consiste en la capacidad sobrenatural de hacer solamente la voluntad del Padre. Jesucristo nos enseño un nuevo camino y dijo: Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la del que me envió (Jn. 6:38) NVI.

 Jesús no tan solo enfrenta a aquellos que eran los responsables de escribir y enseñar la ley al pueblo, también exhorta  a sus discípulos a vivir consecuentemente con lo que enseñan, entendiendo que solo aquellos que han nacido de nuevo solamente por voluntad de Dios podrán vivir en integridad y fidelidad, a los que se les ha encarnado la Palabra de verdad en su espíritu por la revelación de las Escrituras por medio del Espíritu Santo de Dios.

Solamente Dios conoce los corazones y los ha de juzgar con rectitud y justicia, pero no debemos de ignorar a aquellos que en el nombre de Dios enseñan falsas doctrinas de demonios engañando a las multitudes y engañándose a ellos mismos, donde mucha gente quedan literalmente encantados con su exposición y gran oratoria y despliegue de milagros y señales, arrastrando a sus oyentes a una segura y eterna condenación, ciegos guías de ciegos. Falsos profetas.

Muchos hay por ahí que tienen apariencia de piedad mas con sus hechos niegan la eficacia del poder de Dios, Aparentaran ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas! (II Tm 3:5) NVI. Todos aquellos que usufructúan apoyados de la ignorancia que en el hombre hay de la Palabra de Dios, hombres cuya morada es la densa oscuridad en regiones de tinieblas por causa de su propio pecado y ser un pecador. Crean o no, en aquel día tendrán que dar cuenta al único y justo Juez supremo y verdadero, en el día del juicio final frente al trono blanco de Dios. Tienen un encuentro ineludible con la condenación, ¡los días del hombre están contados! y según el texto serán muchos, “muchos me dirán” Jesús dijo: ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. (Mt. 23:27) NVI.

Luego el texto declara: entrara en el reino de los cielos ¿Quiénes han de entrar al reino de Dios?
Ya que Jesús enfrenta con fuerza al hombre y deja entrever que el hombre no entra al cielo por lo que diga, haga o deje de hacer. En otras palabras la entrada al reino de los cielos no es por obras, ya sean buenas o malas según el criterio moralista de esta sociedad, tampoco la entrada a la condenación eterna es por obras. Entonces ¿porque unos serán condenados y otros serán salvados? La respuesta se encuentra en la naturaleza del hombre. Si su naturaleza es pecaminosa será condenado por que es un pecador por ende todos sus hechos hablara de su propia naturaleza pecaminosa. Y si su naturaleza es divina por causa del nuevo nacimiento será llamado hijo de Dios, y  por voluntad soberana del Señor será salvo por gracia y misericordia, y todos sus frutos hablara de la vida de Cristo en él. Solo aquellos que han sido regenerados por el poder de la gracia de Dios podrán hacer libremente y gozosamente la voluntad de Dios.
Luego Jesucristo nos habla de aquel día, en realidad aquel día serán abiertos los rollos y los muertos serán juzgados cada uno según sus obras y también será abierto otro rollo, el libro de la vida y el que no se encuentre  inscrito en el libro de la vida será arrojado al lago de fuego. (Ap. 20:11;15)

En el libro de la vida no se encontraran los nombres de ninguno de aquellos que usaron el nombre de Jesucristo y solamente de labios le adoraban, mas su corazón estaba lejos de ser sincero y estar en profunda comunión y relación con el Señor. No basta con ser un profesante, predicador, y maestro religioso, es necesario nacer de nuevo por voluntad Divina y soberana de Dios. Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no nacieron de sangres, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, si no de Dios. (Jn. 1:12;13)biblia textual” el hombre debe de nacer de nuevo, ser regenerado por Dios mismo para que su nombre pueda estar inscrito en aquel rollo de la vida, no por meritos propios sino más bien por los meritos de Jesucristo. Solamente aquellos que han sido salvos por Gracia y no por obras estarán sus nombres en dicho libro de la vida. Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe; y esto no es de vosotros, es el don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Ef. 2:8;9)biblia textual

Y tal como está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. (He. 9;27) biblia textual

La exclamación de ellos es engañosa “Señor, Señor” sus vidas son inconsecuentes, lo que profesan, hablan y enseñan a otros no está de acorde con sus propias vidas es exactamente lo que Jesús vio en ellos y ve ahora en este tiempo, la auto justificación del hombre ha existido siempre, podrán engañar a muchos pero nunca engañaran al Señor y juez del universo. Debe cada uno de los que se adjudican el ser hijos de Dios analizarse  en base y frente a la Escritura, poner a prueba su propia vida, sopesar lo que profesan y predican en contraste a lo que hacen y viven. La mejor vara de medición justa es la Palabra inerrante de Dios.
 Gritan Señor, Señor más no pueden vivir en consecuencia a su declaración del Señorío de Cristo en ellos y no pueden como tal ser siervos de Jesucristo y mucho menos ser heraldos del Evangelio de Jesucristo. La biblia dice: Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y la verdad no está en nosotros. (I Jn.1:6) La biblia de las Américas.

Luego sigue diciendo el Maestro: Y entonces les declarare: “Jamás os conocí; en este contexto no se trata de un conocimiento tan solo de la mente, ya que Jesucristo por su naturaleza divina-humana tenia este grado de conocimiento ilimitado. (Jn. 2:24) Se trata más bien de un conocimiento de intimidad y relación profunda entre Dios y el hombre. Es una declaración de veredicto como juez justo, en otras palabras dice: ni por un momento os conocí, nunca estos hombres experimentaron una relación espiritual con Jesucristo, solo se apoderaron y mal usaron el nombre del Señor. En su declaración el Maestro da a entender que nunca experimentaron la gracia de Dios por lo tanto nunca tuvieron comunión con El,  solo Dios conoce a los que son suyos y solamente un hijo sabe quién es su Padre y Dios.

Un hijo de Dios, un discípulo de Cristo tiene necesariamente una profunda e intima comunión con su creador y su Señor, ya que esta en paz para con Dios y puede levantar sus manos sin ira ni contiendas, manos santas delante del creador. Cuando proclama a Jesucristo como su Señor, lo hace con propiedad de vida con una profunda convicción dentro de él. El Espíritu Santo que mora en ese hombre le ha dado a conocer parte de la voluntad de Dios y lo ha capacitado para experimentarla dentro de su ser.

Termina el texto con una fuerte declaración del Maestro: APARTAOS DE MI,  LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD. En otras palabras, los que no practican y no pueden cumplir la ley de Dios, son opositores a la verdad divina. Podemos decir que la razón por la cual El juez justo los desterrara de su presencia eternamente no es tan solo por lo que dicen o hacen, es más bien por lo que son. Son malvados, son pecadores, son inicuos. Aquel que vive en la iniquidad el tal ya esta apartado de Dios, las obras que este hombre puede hacer estará impulsado por una naturaleza caída, muerta y pecaminosa, no regenerada. Todo lo que no provenga de Dios es contra Dios, aquellos que el Señor enfrenta nunca dejaron de hacer iniquidades porque ellos mismos eran inicuos, la pregunta es: ¿el hombre es pecador porque peca o peca porque es pecador? La sola confesión de la profesión de fe no aparta al tal de su iniquidad, por lo tanto no lo salvara ni lo justificara delante del Señor en aquel día.

 Lo único que aplaca la ira de Dios y es suficiente para Él, es la justicia que proviene de El mismo y que ha provisto para todos los suyos que por la fe en el sacrifico de su hijo Jesucristo en la Cruz del Calvario, reciban el perdón de todos sus pecados.
Podemos concluir con lo que dice la Escritura: Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. (II Ti. 2:19) Reina Valera.

Todo hombre que no tan solo conoce al Señor sino también que vive como siervo del Señor, y le sirve y adora en plena libertad, haciendo solamente la voluntad de su Señor, siempre se mantendrá a los pies de su Señor y Maestro llamado Jesucristo.


Reflexiones

1)      La Gracia guía hacia la vida eterna por la fe en el hijo de Dios a una persona, sin que esta obre milagros (obras), pero al contrario, el hacer milagros (obras) nunca llevara a una persona a entrar al reino de los cielos si no ha sido alcanzado por esa Gracia.                 (R. C.)

2)      ¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les dijo? (Lc. 6:46) NVI

3)      Porque para esto murió y volvió a la vida Cristo: para que fuera Señor tanto de los muertos como los que viven. (Ro. 14:9) biblia textual.

4)      Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de huesos de muertos y de toda iniquidad. (Mt. 23:28) La biblia de las Américas

5)      Solo un hombre que ha experimentado el poder de la gracia de Dios en su viva  podrá con propiedad llamar a Jesucristo no tan solo Señor, sino más bien mi Señor. Ya que hay una comunión profunda en el con su Señor, no por una mera obligación más bien por el Espíritu Santo que mora en el. (R. C.)

6)      Solo aquellos que han sido redimos justificados, santificados, redimidos, liberados, perdonados y limpiados por la sangre del cordero de Dios, pueden entrar al reino de los cielos no por sus meritos carnales sino por los meritos de Cristo, el medio de gracia enviado por el Padre.  (R. C.)

7)      En aquel tiempo Jesús dijo:”Te alabo. Padre, Señor del cielo  y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosa de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños.                                                                                                     (Mt. 11:25) NVI.

8)      Para que andéis como se digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. (Col. 1:10) Reina Valera.

9)      Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.                                                                                       (Fil. 2:10;11) biblia textual.

10)  Pero jamás acontezca que yo me glorié, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. (Gá. 6:14) La biblia de las Américas

11)  Solamente los que han sido liberados del poder de la esclavitud del pecado, podrán tener una comunión nacida de Dios producida por el Espíritu Santo y ser heraldos del Evangelio de Jesucristo, proclamando con exactitud lo que su Señor le ha ordenado decir. (R. C.)

12)  La hipocresía y el engaño de los hombres inescrupulosos, corrompidos y contumaces que han usado el nombre del Señor para su propio beneficio, tarde o temprano saldrá a la luz y aquellos que han aparentado una piedad serán avergonzados e enjuiciados por el juez justo en aquel día. Cada hombre tiene sus días contados. Dios no puede ser burlado. (R. C.)




SOLO CRISTO ES SUFICIENTE